06 julio 2011

III Jornada Literaria - ¿Teatr-eves? - Tres últimos textos de microteatro

Actividad literaria de la III Jornada consistió en escribir una pieza de microteatro entre varias personas, aquí os dejamos el resultado, que los disfruteis.

CUADERNO LITERARIO DE ANÓNIMO

A.- Y ahora, ¿qué?
B.- Lentejas, macarrones, ciruelas, huevos, más huevos... ¿y de postre?
A.- ¿Tarta de limón? Es complicada de hacer, pero queda bien.
B.- ¡Tarta de limón, qué buena idea! (Sorprendido.) No la hacemos desde lo de Marta.
A.- Marta, ¿qué será de ella?
B- Creo que viajó a África, ya sabes, para olvidar aquello. (Se levanta.) Pero mejor no hablemos de ello.
A.- No entiendo por qué. Tampoco fue tan traumático. Solo se lió con mi mejor amigo.
B.- Eso es una auténtica p... ¡La amistad! ¡Oh, la amistad!
A.- (Sorprendido.) ¿No crees en la amistad? ¿O es solo la amistad entre sexos la que estimula tu escepticismo?
B.- ¿Por qué hablas de escepticismo? La amistad es algo maravilloso que puede desembocar en el cariño más profundo, ¿no crees?
A.- (Asintiendo.)

CUADERNO LITERARIO DE ELENA J.

A.- Y ahora, ¿qué?
B.- Me parece que no llego a la clase de natación, es...
A.- ¡No vayas!
B.- Pero hombre, es que necesito verle, es muy importante. (Haciendo mutis.) Adiós, hasta luego. Nos vemos luego. Que te cunda.
A.- ¿Así te despides? ¿Sin un abrazo? Te creía diferente.
B- ¿Cómo piensas que soy? (Melancólico.)
A.- Creía otra cosa y me he equivocado...
B.- Mira, si necesitas cariño puedes comprarte un perro.
A.- Si lo vendieran el mundo no sería tan bonito, ¡¡putos materialistas!!
B.- No sabéis darle un gesto glorioso que conduzca al amor.
A.- Cuánto amor nos hace falta, qué bonito es el amor y los huertos de tomates.
B.- (Sorprendido. No obstante, qué sodomizado.) La prisión me proporcionó una idea nueva de mí y de mi culo, ¿qué pasa jodido presbiteriano? ¿Nunca has amado de verdad boca abajo?


CUADERNO LITERARIO DE MARISOL

A.- Y ahora, ¿qué?
B.- Pues no sé, dime tú.
A.-Claro, como siempre, aquí estamos en la duda.
B.- ¡Sin solución alguna! (Sorprendido.)
A.- No sé, yo pensé que tú controlabas la situación.
B- Necesito salir del tono de reproche. (Pausa.) Estoy convencida de que podemos arreglarlo con dinero.
A.- Pero ¿qué dices de dinero? Te estoy hablando de no reprochar nada.
B.- Siempre pensaste que tus descomunales testículos te salvarían de todo, ¿no?
A.- (Emocionado.) ¿De verdad? ¿Estás hablando en serio?
B.- Serio, sí. Ser «io», eso es lo que quiero de una vez. «Io» mismo.
A.- Lo único serio que has dicho esta velada es lo mis desproporcionados testículos, ¿y ahora, qué?