El ejercicio de improvisación literario titulado "PRODUCCIÓN EN CADENA" consistió en crear 18 textos colectivos. Cada participante disponía de dos minutos para continuar el relato. Disfrutad de estos cadáveres exquisitos, de los cuales aquí colgamos el DECIMOCTAVO:
Cuaderno literario de Miguel
La locura de ser razonable
Se bajó del coche rojo dando un portazo. No sé el motivo, pero un fuerza inexplicable me mueve a ello. Tengo la inaudita fatalidad de repartir amor allá donde voy, aunque algunas chicas no entienden qué es el sentimiento de sensatez que produce el desenfreno amoroso. Una borrachera de cordura invade al amante no hay sensatez mayor que la de frenesí apasionado. No hay mejor templanza que la de quien olvida sus límites y se entrega por completo a los placeres de la carne. Allí en medio del altar mayor y vestida de lagarterana solía deleitar a los curas y beatos on extraños bailes y ritmos qe más parecía demoníacas que de esta tierra. ¡Santo Dios nos tenga en la gloria!, decía las piadosas. ¡Viva la revolución decían los anarquistas!Y él, entre dos bandos, no sabía cómo decidirse. En realidad, la política no le interesaba. Lo que le gustaba era ver la televisón. Adoraba la televisión. Podía pasar varias horas sin levantarse del silón mirando el dichoso aparato. ¿qué tendría que pasar para que lo dejaras estar? ¿No es mejor volver atrás? ¡No! Eso nunca. Eso sería terrible, horrible, espantoso. Eso sería no quiero ni decirlo, mejor queda en secreto así, guardado en el paladar, cómdo, escondido a todos, solo para mí y así seguirá hasta que me canse y decida que va a ser de otra manera. (hay una apágina que no encaja)
Final alternativo:
¡No! Eso nunca. Eso sería terrible, horrible, espantoso. Eso sería no quiero ni pensarlo... ¿otra oportunidad? ¿Para qué? ¿Para joderla? ¿O para decir “qué mala suerte tengo”? La suerte nunca fue cosa mía. Le daba vueltas y vueltas como a la incansable peonza. Al final, la cagaría. Mejor no usarla, yo prefiero los dados.