El ejercicio de improvisación literario titulado "PRODUCCIÓN EN CADENA" consistió en crear 18 textos colectivos. Cada participante disponía de dos minutos para continuar el relato. Disfrutad de estos cadáveres exquisitos, de los cuales aquí colgamos el DUODÉCIIMO:
Cuaderno literario de Laura
Riqueza
¿Qué es un hombre rico? Aquel que tiene lo que desea. Riqueza es aquello que nos aporta felicidad. Felicidad, Feli, era el nombre de mi primera novia, una frutera que vivía con su madre en una casita de cal destartalada, pero muy recogida, lo que le daba un aire de familiaridad que me recordaba las noches de verano en el pueblo, cuando la gente salía a tomar cervezas de medianoche a la luz de la luna. Menos yo, que no podía porque el médico me había mandado guardar reposo y tomar antibióticos. ¡Vaya un veranito! En la cama con cuarenta y treinta y nueve de fiebre. Y ningún médico en las inmediaciones para curarme de este ataque de malaria. Es que eso te pasa por beber cualquier cosa, sin hervirla primero, mira que te lo hemos dicho, no lo hagas, no lo hagas..., y tú dale que dale, sin cabeza vas y lo haces. Y ahora, ¿qué hacemos? No podemos volver atrás ni seguir hacia delante, mejor o peor, ¿Quién puede saberlo? En cualquier caso, mejor así, que cada uno asuma su responsabilidad, con o sin justicia, con o sin razón. ¡Y a la mierda la ética! ¡A la mierda elegir entre una palabra u otra! ¡A la mierda! Fernán Gómez dixit. Porque la mierda tiene muchos colores. Conocí a un tipo que cagó azul y de olores ya no te cuento..., porque el paquete era azul cián, bastante llamativo, pero el olor, era incomprensible, inaudito para ese color. Porque todos saben que el azul huele a mar, a cielo, a domingo soleado, pero aquel azul era distinto, no era como los demás, era una mezcla de verde, ese verde que huele a hierba, ese azul que sale en los cuadros de Paul Klee, ese azul que no se borrará de mis ojos porque es parte de mi alma y me aporta esa calma que a veces pierdo.
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